Casi todos podemos aprender a pensar y a creer, pero no se puede enseñar a nadie a sentir, ya que cuando piensas y crees eres como los demás, pero cuando sientes no puedes ser como nadie mas que como tu mismo.

Podemos recibir herramientas, podemos recibir instrucciones para ir en cierta dirección, podemos practicar con los demás, pero finalmente, el camino que recorremos, lo recorremos por nosotros mismos, de manera individual.”

Terry Ray

Nuestro cuerpo es inteligencia pura en permanente expresión. Somos la vida en sí misma, expresándose y manifestando la realidad, a cada instante. Esa participación, cuando es voluntaria, es la belleza de la vida.

La dicha está relacionada con la salud. Cuando no podemos estar plenamente en lo que está sucediendo, la felicidad no fluye a través de nosotros.

Cuando nos entregamos a nuestra práctica de yoga; a lo que aspiramos realmente es a cultivar nuestra presencia en lo que está sucediendo en el momento presente. No es una aspiración hacia el futuro, no implica querer llegar a algo o convertirla en un logro. Cualquier forma de querer ser lo que no somos nos conduce al sufrimiento.

El aspecto mas importante de la práctica es el reconocimiento de uno mismo para poder desde ahí reconocer a los otros y franquear la distancia que creamos entre el ¨yo¨ y el ¨tu¨.

Cada vez que “practicamos yoga”, estamos actualizando los ideales a los que aspiramos, con un sentido de presencia total.

En realidad no hacemos yoga, hacemos sadhana, es decir que nos colocamos a nosotros mismos en el plano de la experiencia de ser. Por ello, tu práctica debe ser tu propio yoga, pues comprende un encuentro personal contigo mismo.

Sadhana significa ¨aquello que se puede hacer¨, movernos, respirar, observar, sentir, reflexionar, acceder a espacios de silencio, cantar. Todo eso que eliges realizar durante ese encuentro contigo mismo y con la vida como una realidad vigente y manifiesta, te acerca mas a tu propia naturaleza.

El propósito de las asanas no es otra cosa que el de abrazar la respiración, establecer una relación amorosa con nuestra propia respiración; someternos a esa tecnología del amor que se expresa entre la inhalación y la exhalación, nos dice Mark Whitwell.

No solo queremos sentirnos mejor, sino que queremos “ sentir mejor”, queremos tener una experiencia de intimidad, ya que la vida ama al cuerpo y el cuerpo ama a la vida.

Respirar es un acto colaborativo, es un diálogo entre la polaridades del cuerpo para poder sentir el proceso que une a esas polaridades, llamémosle ¨ha¨ y ¨tha¨, Shiva y Shakti o Yin y Yang.

Cuando eso sucede no nos dejamos fácilmente llevar por ningún tipo de exageración, para llegar a ningún lado. La vida no acontece en línea recta, la línea recta es solo un ideal. Todo en la vida nace del círculo, y se expresa en espirales.

Se ha tendido a popularizar la exageración en yoga y con ello llegar al punto del agotamiento. La práctica de yoga puede ser vivida como cualquier otra forma de adicción cuando provocamos una sobre-estimulación de las glándulas, estamos haciendo que nuestro organismo experimente lo mismo que experimenta en cualquier tipo de adicción.

“Nada resulta mas importante que sentir qué es lo apropiado para ti, y evolucionar con tu práctica y que tu práctica evolucione contigo.

Nuestra práctica debe partir cada día de lo que sentimos, de lo que queremos equilibrar y armonizar.”

El lugar perfecto para vivir el yoga es tu experiencia cotidiana, tu propio hogar. Al poder sentir cada acto como una oportunidad para apropiarnos de nuestra propia vida estamos abrazando lo que es, a través de nuestra presencia. El derecho mas significativo que tenemos, es el derecho a nuestra vida.

Cuando cultivamos intimidad con nosotros mismos, posteriormente podremos encontrar nuestro lugar en la sociedad, con un sentido de pertenencia.

Con relación a la práctica, Mark Whitwell nos comparte la enseñanza de Shri T. Krishnamacharya y pone énfasis en los siguientes aspectos:

  1. El movimiento del cuerpo es el movimiento de la respiración.
  2. Inhalar traslada la respiración hacia la parte superior del cuerpo, mientras que exhalar la desplaza hacia el vientre, comprende un dialogo entre esos dos polos.
  3. La respiración envuelve al movimiento y sucede durante la acción misma de movernos.
  4. Las asanas crean a los bandhas, en grado y en función de la acción específica que se requiera durante el movimiento que estemos realizando.
  5. Asana, Pranayama y Meditación comprenden un proceso sucesivo, que se entrelaza, no son prácticas separadas, sino que una cultiva a la otra y pueden realizarse en distintos órdenes.