Las emociones, el estrés y el trauma están alojadas en la fascia. Sanar depende de poder acceder al lugar donde confluyen el cerebro, el sistema nervioso, así como los diversos sistemas energéticos del cuerpo, en su habilidad para responder y adaptarse a nuestro medio ambiente. El puente lo crea la respiración cuando descubrimos como usarla desde su expresión sutil y exploratoria.

Una buena postura es aquella que fomenta un balance, no meramente estético, sino un enlace energético equilibrado en el cuerpo.

La fascia es el sistema de comunicación mas esencial del cuerpo-mente. Aprender a usar ciertos sistemas de liberación específicos en su intención de crear espacio, encontrar fluidez en la postura y movilidad en donde se haya perdido.

La renovación la tejemos en el cuerpo. Si la intención es clara, el colágeno y la elastina regenararán a nuestras células favoreciendo la oxigenación, movilizando nutrientes, favoreciendo el flujo sanguíneo y la eliminación de toxinas.

El movimiento bien orientado rompe adherencias, traza nuevos senderos neuronales y redirige la neuroplasticidad cuerpo-mente.

Una buena práctica de movimiento cambia nuestra fisiología, no solo nuestra forma. Para una buena salud, el cuerpo requiere armonía, alineamiento y simetría, ya que eso da al cuerpo resistencia ante el estrés.

Un cuerpo estresado y mal alineado, por el contrario, favorece una serie de adherencias creadas por la fuerza magnética en un cuerpo que está siendo confrontado por la fuerza de gravedad.

Dado que la fascia sigue patrones espirales, ya que así es como viaja la energía, es decir, en ondas y espirales, es este tipo de movimiento el que desbloquea el estrés celular.

Dando apoyo a nuestra fascia dejamos de ser simplemente un contorno corporal que favorece un estado de sobrevivencia para poder vivir plenamente, desplegando nuestra fuerza vital de adentro hacia afuera y de afuera hacia adentro.

El movimiento espiral contribuye a liberar tensión, ansiedad, miedo, insomnio, dolor crónico, e incluso el exceso de toxicidad en el cuerpo.